martes, 10 de mayo de 2011

EL NEGRITO EN EL ARROZ

¡En la madre… diez de mayo!

Llegó el día de las madres y muchas de nuestras progenitoras desde el día de ayer, hicieron de su día toda una travesía, muchas mamás trabajadoras pidieron permiso en sus respectivos trabajos para ir a los festivales infantiles de sus pequeños hijos de maternal y guardería, hasta los más grandes de preparatoria y en los casos más raros de universidad.
Por la tarde de ayer, como de costumbre, gran cantidad de personas asistieron a los centros comerciales y tiendas de autoservicio a hacer compras de pánico, compras de último momento con más dinero del previsto y regalos mal pensados, pues muchos de los consumidores llevaron en sus carritos los peores regalos que se le pudieran dar a una madre.
El hijo que quiso quedar mejor con su madre, se lució comprando una lavadora, una secadora o un refrigerador; sin pensar que todos esos regalos son instrumento de tortura para ellas, pues representan sin duda alguna más trabajo, mayor cantidad de labores domésticas que día a día harán que terminen más cansadas; los menos adinerados regalaron una licuadora, una batidora o una plancha, que a pesar de ser de menor tamaño, representan el mismo trabajo que los obsequios grandes.
Por la noche otros más buscaron mariachis, tríos musicales o grupos norteños, según el gusto y el bolsillo,  que fueran a casa de sus madres a dejar serenata, obviamente acompañados de un buen arreglo de flores, una caja de chocolates o un oso de peluche cual si fuera novia.
Las serenatas se repartieron y llegó la mañana.
Algunas madres amanecieron sin regalos y sin serenata, en fábricas, maquiladoras y talleres de costura con más trabajo que nunca, todas ellas no tuvieron festivales en las escuelas porque para eso, la gente pobre no tiene tiempo, se conformaron con los tortilleros con lentejuela y brillantina que hicieron sus hijos en los salones de clase.
Y es que no hay algún motivo especifico para que  se les celebre su día con regalos y comidas en lugares elegantes, el derroche económico en esta fecha es enorme, los negocios repuntan sus ventas en un porcentaje muy significativo. Tal vez como hijos nunca pensamos en las cosas que las madres dan por nosotros todos y cada uno de nuestros días.
Cómo no va a ser una fecha de derroche si el mexicano tiene dos enormes amores y orgullos: el amor a la patria y el amor a la madre.

¡En la madre! Día de las madres sin un peso en la bolsa, día de las madres con clases y servicio social, día de las madres lejos de ella. Con unas mañanitas no puedo pagar todo lo que me ha dado…

Mamá… ¡Te amo!
Feliz día de las madres…

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