martes, 3 de mayo de 2011

ENTRE AZUL Y BUENAS NOCHES...

Entre azul y buenas noches…por José Vargas
Una cosa es una cosa…
Quizá porque me encuentro en Pachuca Hidalgo lugar de provincia para muchos considerado, y afortunadamente son varios kilómetros los que nos separan de Estados Unidos, y por lo tanto no logro entender su cultura, costumbres y tradiciones, tendría que juntar mis centavitos para conocer todo eso de cerca.
Probablemente no los comprendo del todo porque la educación que recibí fue muy diferente, la gente tiene otra mentalidad, el dinero vale de diferentes formas, en fin un buen de cosas que hacen la diferencia  entre los gringos y los pachuqueños.
A los gringos les admiro muchísimas cosas, tienen características especiales, únicas, que merecen todo mi respeto, aunque hay cosas de ellos que definitivamente no comparto, principalmente su espíritu bélico  sin generalizar a todo el pueblo.
Después de que se dio a conocer la noticia de la muerte de Osama Bin Laden, quien fuera líder de Al Qaeda, grupo terrorista completamente repudiable, me sorprendo al  ver los grandes festejos que muchísimos estadunidenses llevaron a cabo,  es normal saber que después de casi 11 años de la muerte de la gente en  el atentado a las torres gemelas en el 2001 se haya hecho justicia, pero de eso a hacer fiesta por un cadáver y sobre todo celebrar sin que haya afectado algún familiar en el atentado.
Estos festejos salieron en todas partes, la televisión se volcó a darle una cobertura espectacular, todo un tema mediático.
Los grupos de entusiastas parecían que celebraban el triunfo de un equipo deportivo, o que lo hacían por el triunfo de un presidente en unas elecciones al que apoyaban. Pero, no, estaban celebrando a la muerte.
Celebrar un asesinato, me parece digno de una sociedad retrasada, vengativa, resentida y con una moral muy cuestionable.
Me pareció algo similar a los asesinatos públicos y vitoreados que se hacían en las plazas públicas, principalmente europeas, hace muchísimos años. Parece a veces, que vamos para atrás, más que para adelante.
Tuve la impresión de ver a una muchedumbre de personas ansiosas de sangre, que tienen el gusto por la  interrupción de la vida. ¿No será que se considera una sociedad con poca humildad, y de la manera más soberbia se siente con derecho de matar al otro?
Si lo analizamos a fondo, no por el hecho de acabar con la vida de una persona significa que el terrorismo se haya acabado y sobre todo que la gente que murió a causa de los atentados serán pagadas sus muertes con la misma acción contra el líder del plan, esto apenas comienza y la guerra a penas inicia y esto se convierte en un juego de la papa caliente, hasta que alguien se deje vencer y mientras millones de personas seguirán siendo víctimas de las consecuencias que unos pocos causan con sus decisiones.
¡Qué desagradable momento!
Existiendo tantas y tantas cosas de la vida por celebrar, es lamentable que se festeje la muerte

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