¿QUÉ LE DUELE AL MUNDO?

Las cifras de la pobreza que los gobernantes no ven

Por Fannia Cadena

En el Estado de Hidalgo existen 380 mil personas en pobreza extrema, (15.6 % de la población total). Es decir, 16 de cada 100 habitantes está en esta situación debido a su bajo ingreso. Porcentaje muy alto si se considera que a nivel nacional la población en pobreza extrema es del 10.5 %.

De acuerdo con los datos dados a conocer por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de desarrollo Social (CONEVAL), existe mayor desigualdad en el ingreso en el Estado de Hidalgo, que en el que se registra en general en el país. Los municipios donde más desigualdad hay, son Huehuetla, San Bartolo Tutotepec, Tenango de Doria, Tianguistengo, Lolotla, Tlahuiltepa, Pachuca y Tlanalapa.

Hasta el año 2010, la Población Indígena de tres años y más fue de 369 mil 549 en el estado de Hidalgo, de este sector, 295 mil 640 son pobres, es decir que 80% de los indígenas viven en situación de pobreza, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

Cerca de 21% de la población total en la entidad, son indígenas, cerca del triple del promedio nacional. De forma que Hidalgo es el primero en proporción respecto de su población indígena y el quinto en cuanto a tamaño absoluto, por debajo de Yucatán, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo.

En México, ocho de cada 10 indígenas son pobres, de acuerdo con datos publicados por el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En general, en todo el mundo en desarrollo los indígenas son más pobres; tienen menos acceso a la educación y peores condiciones de salud que el resto de la población.

Ello, pese a que el BM vela para que los objetivos de desarrollo del milenio (ODM), se cumplan. Un importante compromiso que se fijó, fue el pactado por los países para que en 2015 la pobreza en el mundo se reduzca a la mitad de la registrada en 1990. Según el BM y el Fondo Monetario Internacional, dos terceras partes de los países en desarrollo están en ruta o próximos a alcanzar metas importantes para erradicar la pobreza extrema y reducir el hambre.

Los indígenas representan 4% de la población del planeta, (300 millones de personas). Del total de pobres que hay en el mundo, una décima parte son indígenas. A nivel mundial, uno de cada tres indígenas es pobre, en México ocho de cada 10 indígenas es pobre.

A nivel local, En Hidalgo hay 730 mil habitantes vulnerables por condiciones de carencias sociales, (30.4%) de la población. Es decir, 3 de cada 10 personas presentan carencias sociales que les hace vulnerables. En el país, el porcentaje es del 33.0%.

En el nivel de pobreza moderada se encuentra 40.7% de la población, es decir, 4 de cada 10 en el Estado, lo que se refiere a 980 mil habitantes. En cifras generales, un millón 360 mil personas, 56.3 por ciento de la población se encuentra en pobreza moderada y extrema en el Estado de Hidalgo, (más de la mitad de los hidalguenses).

La población en pobreza multidimensional estatal es del 56.4 % mientras que en el país en general es del 44.2 por ciento. Es decir, 12.2 % más alto que el índice nacional. Pese al discurso oficial, el Estado es el quinto más pobre del país. Respecto a la población no pobre, en Hidalgo representa el 10 %, es decir, 1 de cada 10.

Las carencias sociales fueron evaluadas de acuerdo al rezago educativo, que en el Estado es del 23.9%, al no acceso a los servicios de salud, que en Hidalgo es del 49%, al no acceso a servicio de seguridad social, que en la entidad  asciende a un millón, 870 mil personas, representando el 77.5 % de la población total. Es decir, 8 de cada 10 personas no tienen seguridad social, cuando a nivel nacional el indicador es del 64.7 %.

Lo más preocupante es el porcentaje de la población que no tiene acceso a la alimentación y es el 24.3 por ciento, o sea, 590 mil personas que no tienen para comer. En tanto que el indicador nacional es del 21.6 %.

Todo lo anterior sólo es consecuencia del bajo crecimiento de la economía, que ha hecho más lenta la reducción de la pobreza, pero sobre todo a la corrupción existente en la administración de justicia, la burocracia gubernamental y la esfera política; y por los oportunistas que pueden concretar esfuerzos en erradicar las carencias sociales y sólo utilizan el poder para favorecer intereses propios.