Detención de Bin Laden: ¿Golpe mediático?
Julieta Arias Vázquez
Esta columna habla de tres hombres. Uno malo malísimo, ya que acabó con la vida de 2900 personas en las torres gemelas. Uno malo, ya que mandó matar a 650000 en la guerra de Irak hasta 2006. El último personaje es bueno –a tenor de haber recibido el Nobel de la paz-. El personaje bueno ganó las elecciones prometiendo acabar con las cosas malas que el malo hizo. Prometió cerrar Guantánamo, prometió una seguridad social al alcance de todos, prometió una retirada de tropas… Pero no cumplió en nada de esto, sino que fue un continuista del malo. La popularidad del bueno baja y la gente empieza a no verlo tan bueno. Llega un día y el bueno atrapa al malo malísimo. Miles de estadounidenses saltan a la calle de alegría.
Ante la muerte del malo malísimo Osama Bin Laden surgen varias preguntas, que nos hacen nuevamente desconfiar.
¿Es cierto que lo mataron? Si es así, ¿dónde están las imágenes? Incluso ahora Irán apunta a que murió de una enfermedad mucho tiempo atrás. Ya que los marinos llevan cascos con cámaras integradas, ¿dónde están las grabaciones?
Si fuese cierto, ¿por qué lo mataron? Dicen desde EEUU que lo arrojaron al mar para dificultar al fundador de al Qaeda convertirse en un mártir. ¿Qué produce más indignación, la muerte de alguien o su confinamiento en prisión?
¿Cómo lo mataron? Aparecieron en la prensa comunicados muy diferentes sobre cómo fue su muerte. Primero dicen que intentó disparar para defenderse, y luego que estaba desarmado. Cuesta bastante creer que no se produjera ni una sola baja en los marinos americanos y que todo fuera tan fácil teniendo en cuenta que Osama era considerado el terrorista “más temido”.
¿Por qué no lo juzgaron en una Corte Penal Internacional? Esta es la pregunta más interesante. Nunca se demostró que Bin Laden atentara contra las torres gemelas. En tal caso, se trataría de un presunto sospechoso, asesinado sin posibilidad de juicio. Aún pensando que éste fuera culpable, ¿cómo es posible que un país calificado a sí mismo de democrático, haga cumplir la ley de tailón? ¿No sería incluso mejor para las víctimas saber cómo murieron sus familiares con un testimonio de Bin Laden? Se saltaron todas las normas elementales del derecho internacional, incluso EEUU invadió territorio extranjero para realizar este asesinato.
El fin no justifica los medios. Nunca. Justificar este crimen, en caso de ser verdad, es justificar las guerras, los golpes de Estado, y las torturas en nombre de EEUU como en Guantánamo, donde supuestamente, torturaron 83 veces a un preso para que confesara el paradero de Bin Laden.
Parece que los motivos son otros. Bin Laden tendría mucho que decir. Hablaría de cuando la CIA lo entrenó para acabar con los comunistas en Afganistán. Hablaría de los negocios que su familia tenía con la de Bush. Además no lo juzgaron porque si lo hicieran tendrían que el malo el malo y el bueno acompañarlo en el banquillo.
Tras la guerra de Irak llega el bueno de Obama al poder. Con él las guerras buenas de Afganistán y Libia, justificadas todas ellas por el bien de la democracia (y de los recursos naturales). Con él se captura al malo malísimo, de forma limpia, sin bajas. Un golpe mediático –casi- perfecto. Veremos los resultados en las próximas elecciones.
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