Póker de color
Por Rubén López Pérez, corresponsal de España en México.
Solo faltan cuatro días para que comience uno de los acontecimientos más importantes que va a poder albergar el fútbol español. Este no es otro que la serie de encuentros que protagonizarán el Real Madrid y el Barcelona, que se enfrentarán un total de cuatro veces en un espacio de tiempo de apenas tres semanas.
Aún así, sería quizá más correcto hablar de fútbol mundial, y es que no debe haber persona en el mundo que no esté al corriente de estos enfrentamientos. La dimensión que han tomado estos dos equipos a escala mundial, parece no tener límites y prueba de ello es que se espere la primera de las fechas que enfrentará a estos dos clubes casi con la misma emoción fuera, como dentro de España.
Pero si dejamos a un lado lo que podríamos considerar el trabajo de marketing y expansión internacional que han desarrollado estos dos equipos en los últimos años, sobre todo el Barcelona, la verdad es que cualquier aficionado al fútbol sabría que es mucho lo que se juegan, tanto uno como el otro.
El Real Madrid, se juega acabar con su sequía de títulos que tanto anhela (y necesita), y que mejor manera sería que contra su eterno rival. Por su parte, el Barcelona, echará toda la carne en el asador para conseguir mantener su liderazgo deportivo en España, en Europa y si, en el Mundo. Además, por supuesto, habría que tener en cuenta las pasiones que despertará entre ambas aficiones, que desearán ver como su equipo se alza campeón de las competiciones, y nunca mejor dicho, “en las narices” de su archí-enemigo.
Y es que no se juegan una competición, sino tres, Liga, Copa y Champions, además de las que pudieran venir después.
Son muchos los que comienzan a hacer sus apuestas, sus “porras” sobre quién ganará qué partidos, pero como dijo Johann Cruyff, y he de añadir que es una de las pocas cosas sensatas que le he escuchado decir, cada “clásico” es un mundo. El Madrid, casi descartado de la Liga BBVA, seguro se centrará en las otras dos competiciones, una copa del rey que lleva tirando a la basura los últimos años contra equipos muy inferiores, y una Champions, que aunque en la presente edición es quien mejores números maneja, lleva 8 años sin tocar.
Sea como fuere, sin duda el espectáculo estará asegurado. Al menos los madridistas pueden sentir buenas vibraciones, ya que el otro “clásico” del que nadie habla pero que se ha celebrado hace escasos días como es el de baloncesto, resultó, como rara vez ocurre al igual que en el fútbol, a favor del Real Madrid.
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