LA INTENCIÓN NO BASTA
Joel Sánchez Rodríguez
@joelsanradar
El Ayuntamiento de Pachuca, lleva a cabo un importante programa vinculado a la conservación del patrimonio cultural y urbano de los pachuqueños, que consiste en la rehabilitación, mantenimiento y conservación de los munomentos y fuentes que existen en la ciudad, a fin de contribuir al mejoramiento de la imagen urbana.
El programa incluye trabajos de remosamiento en al menos 60 monumentos y fuentes y según la Secretaría de Servicios Municipales, responsable de los trabajos, ya se han efectuado en ocho sitios, colocándose placas metálicas, pintura e incluso reponiendo el brazo derecho a una escultura a la que le faltaba, como es el caso de la que perpetua la imagen del destacado arquitecto y urbanista mexicano, Carlos Lazo Barreiro.
De acuerdo a las autoridades municipales, también se retiró del boluevar Felipe Ángeles una de las dos esculturas del monumento al Minero, al que le fue decapitada la cabeza, para colocarle otra y ya se han arreglado los bustos dedicados a los ex-gobernadores Carlos Ramírez Guerrero y Vicente Aguirre del Castillo ubicados en el parque Hidalgo, al que ya volvió Doña Josefa Ortiz de Dominguez, que fue recuperada de manera casual cuando la robaban.
Sin embargo, nada se ha dicho de que se integre o no un catálogo de esculturas, bustos y monumentos de Pachuca, ni de que se implementen acciones para recuperar algunos que han sido robados o removidos incluso por la propia autoridad.
En el Centro Cívico se ubicaba la escultura del Constituyente Manuel Fernando Soto, se le retiró para construir el SEMEFO y nadie sabe en donde quedó; de ahí mismo fue retirado el monumento dedicado a Emiliano Zapata y fue llevado a otro municipio, aún cuando pertenece a Pachuca; desde hace años desapareció un Atlante que se encontraba en la prolongación de Avenida Juárez e inicio del bulevar Felipe Ángeles; de los cuatro que estaban frente a la Procuraduría de Justicia hoy solo quedan tres y desde hace años, nadie sabe a donde fue a parar el que fue monumento a la madre del que muy pocos se acuerdan.
Por si fuera poco, recientemente fue robado el busto de Luis Pasteur ubicado en el parque en su honor; el del compositor hidalguense Nicandro Castillo que se encontraba en Cubitos; nadie sabe a donde fue a parar el enorme monumento de bronce de Miguel Hidalgo y Costilla que se encontraba frente al Técnológico de Pachuca y ya casi nadie se acuerda del gran busto dedicado al ex-presidente José López Portillo y Pacheco que recibía a quienes arribaban a la Sala del Pueblo en el 4º piso del palacio de gobierno; quizas a nadie le interese la suerte que haya tenido la escultura al ex-mandatario, pero ello es ejemplo de cómo se roban y se pierde el patrimonio cultural de los pachuqueños.
Que bien que se estén preocupando por reparar lo dañado, pero es de desearse que se incluyan aquellos monumentos, como el que por algún tiempo recordo a las víctimas de la inundación de 1949 o el del general y torero Vicente Segura, aunque esos personajes no hayan sido gobernadores y también es de esperarse que se integre un catálogo que sirva para proteger lo mucho que queda para que no pase lo mismo que con lo mucho que se han robado, porque con buenas intenciones no basta para cuidar lo que es de todos.
De no implementarse medidas para recuperar lo perdido, se corre el riesgo de que se sigan perdiendo; es evidente que no se robarán el Cristo Rey, la Diosa de los Vientos, el Reloj o el Benito Juárez que está en la plaza y tampoco al Miguel Hidalgo del distribuidor vial, mucho menos el monumento de Adolfo López Mateos, pero las pequeñas esculturas si deben catalogarse, protegerse y en algunos casos reubicarse, para lograr su mejor cuidado y por supuesto, una más atractiva imagen urbana para Pachuca.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Comentarios: joelsan@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario