martes, 12 de abril de 2011

PLAY

¡Regresen foo, regresen…!

Por Emmanuel Espinosa Lucas.
¡Extraño a los Foo, Foo, Foo Fighters! ¡Y mucho! Pero no extraño a los Foo de los últimos 4 años, esos que sedujeron a las generaciones jóvenes con el tema The Pretender y el álbum Echoes, Silence, Patience & Grace (paradójicamente su tema más exitoso y su segundo disco más débil). No, esos Foo no suenan como deberían. Mucho menos a los Foo del One By One; hasta a ellos les da vergüenza ese episodio del 2002. Tampoco a los Foo del álbum en vivo Skin & Bones ni los del Greatests Hits; esos discos no son lo suficientemente llamativos como para ser los Foo… No. A quienes en verdad extraño son a los Foo Fighters del 95 al 2000 y a los del 2005. Esos si eran los Foo. Esos si eran músicos comprometidos con su público y con ellos mismos. Eso si era rock.
            Y es que los Foo de sus primeros años tenían hambre de triunfo. Dave Grohl quería alejarse a toda costa de su pasado con Nirvana y demostrar que era buen músico mientras que los demás miembros (Taylor Hawkins. Chris Shifflet, Nate Mendel y los que dejaron la banda en diferentes etapas) buscaban un segundo aire en su carrera musical. Básicamente eran personas no apreciadas en diferentes proyectos musicales.
            Así mismo tenían furia, coraje y diversión, misma que les ayudó a grabar himnos de la talla de My Hero, Everlong y Learn To Fly. Los Foo Fighters hacían ruido sin la necesidad de cantar sobre sentimientos de soledad ni vacíos existenciales como se hizo en el movimiento grunge. Tampoco eran estúpidos y con actitudes de proxenetas como sucedió con el terrible new metal. Desgraciadamente, con el tiempo y la seguridad que la fama da, los Foo dejaron a un lado esa actitud y fueron más secos y menos intensos.
            La primera llamada de atención ante su cansancio musical se dio en 2002 con One By One. Lo que parecía uno de los mejores discos de ese año resultó tan decepcionante como la derrota de México ante Estados Unidos en el Mundial de ese año. Ni siquiera el tema All My Life pudo salvar el barco.
            Por su parte, en 2005 la banda alcanzó eso que se llama madurez. Su álbum doble In Your Honor resultó agradable al oído: la primera parte, rockera en su totalidad, fue favorecida con la grandeza de joyas como Best Of You y No Way Back, mientras que su contraparte acústica dio a conocer la parte trovadora de un proyecto que cumplía los diez años de edad.
            Y los últimos 4 años son… todo menos Foo Fighters. Es cierto que Echoes, Silence, Patience & Grace cosechó los reconocimientos que la banda no había recibido pero ya no había ni la furia ni el coraje suficiente. Es más, apuesto a que son pocos los que recuerdan el segundo sencillo del disco (premio al que lo escriba). Incluso su álbum de éxitos se vio afectado por dos temas inéditos bastante comunes. No. Es un capítulo que debe olvidarse para empezar de nuevo.
            Sip, extraño a los Foo Fighters de hace 16 años, pero como escribí antes, es hora de comenzar de nuevo ya que los Foo regresan con Wasting Light (ya a la venta). Veamos si el descanso de la banda sirvió para bien. Descubramos si el entrenamiento de Grohl con los Them Crooked Vultures dio frutos. Y lo mejor de todo: revelemos si este grupo aún tiene furia, coraje y diversión para dar. Espero ya no extrañarlos, ¿y usted?
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1 comentario:

  1. se llamaba let it die,
    A simple man and his blushing bride
    Intravenous, intertwined
    Hearts gone cold your hands were tied
    Why'd you have to go and let die?

    M.O.X.A.

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