López Obrador vs Ortega
Por Nielsen Hernández.
Un nuevo capítulo de la contienda entre López Obrador y Jesús Ortega se vislumbra.
El sábado pasado cuando el dirigente de lo “Chuchos” y dizque secretario general del Partido de la Revolución Democrática anunciaba con regocijo y pudor político que someterían a una consulta ciudadana la posible alianza opositora en el Estado de México, el hijo predilecto de Mascupana, Tabasco, se manifestó en desacuerdo y rápidamente mandó un escrito para pedir licencia a su militancia en el Sol Azteca.
Hace 5 años, cuando López Obrador contendía para la presidencia de la República, Ortega era su coordinador de campaña; la relación entre estos dos personajes nunca fue cordial, pues ambos tenían una férrea disputa por encabezar a la izquierda mexicana.
Ahora el panorama no es diferente, ambos políticos se juegan la oportunidad de llegar a la carrera presidencial. Aunque sinceramente, ninguno a mi parecer llegará, por más que brinquen y se descalifiquen.
La respuesta a la licencia de López Obrador llegó de la boca de Ortega, calificando al político tabasqueño como un intolerante y poco abierto a la pluralidad partidaria y a las alianzas.
Lo cierto es que mientras estos dos políticos continúen rasgándose las vestiduras y subiéndose al ring de la confrontación mediática, su acérrimo rival, el PRI sigue nadando de a muertito y preparando a Alfredo del Mazo Jr, actualmente presidente municipal de Huixquilucan, para la grande, es decir, la candidatura para gobernador del Estado de México abanderando al tricolor.
Y por si fuera poco, el que gana también con todo esta guerra de declaraciones entre líderes morales y lideres fácticos de la oposición mexicana, es el buen Marcelo Ebrard, quien se ha hecho como que la virgen le habla y no ha abierto su boquita para nada. Enhorabuena para el cuate Marcelo.
Creo que tanto Ortega como López Obrador son cartuchos quemados que ya no levantan lo que en 2006. Ebrard, callado pero sigue siendo popular, aunque si no se pone las pilas va para donde los otros dos changos están...
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