martes, 15 de febrero de 2011

MADE FROM SPAIN

“Leyendas URBANAS”

Por Rubén López Pérez.
En esta ocasión y más que cualquier otro día, mis palabras van a hacer honor al nombre de este espacio. No precisamente por la tortilla de patata, la paella o la fabada asturiana, que por lo que parece sí que se conoce fuera de las fronteras de España. No, no va de eso, sino de las grandes leyendas urbanas que “sufre” nuestro país.
Como no podría ser de otra manera, “los toros” es una de ellas. La verdad, no me sorprendió cuando una de las primeras preguntas que me formularon en México fue: ¿y te gustan los toros?.No me sorprendió porque realmente esa es la imagen que en gran medida emite España. Los toros de Osborne, los de guisando, los suvenires de Gran Vía… todo es un gran foco que emite un mensaje, como el que usaba el comisario Gordon para llamar a Batman.
La verdad es otra, y la verdad es que más del 70% de los españoles no comparten el gusto por una “fiesta” en la que se castiga animales para deleite de los espectadores, que ávidos de sangre acuden al espectáculo. Lo demostró el Parlamento catalán al aprobar la ley que prohíbe “los toros” y que entrará en vigor el próximo enero de 2012.
Pero por desgracia, en España, al igual que en México, la tauromaquia gusta. Llegando a estos términos, ¿es ético criar este animal con el único fin de matarlo en el ruedo? ¿Es actual que se sigan celebrando fiestas como “el toro embolado”? Que se lo pregunten al toro, que después de recibir palos, múltiples heridas por banderillas, picas, y espadas, finalmente cae muerto y el único homenaje que se le da, es que si se ha portado bien con su verdugo, le cortan las orejas… ¿acaso los espectadores no oyen al toro llorar?, ah no, los músicos ya se encargan de silenciarle, es una fiesta…
Aún así, esta no es la única leyenda urbana española. Me acuerdo hace años, cuando vi la secuela de Misión Imposible, y como, un buen grupo de guionistas y productores, que seguro contaban con un presupuesto bastante amplio, tuvieron la genialidad de mostrar la tradición de las Fallas. Habría sido perfecto, salvo porque la acción de la película transcurre en Sevilla y no en Valencia, donde de verdad se celebra esta fiesta pirotécnica.
Esto, lógicamente, es una anécdota y en los tiempos que corren, la visión de que los españoles vamos con traje de luces y de sevillanas por la calle, no es real. Sea como sea nunca está de más recordarlo antes de que a alguien se le olvide…

4 comentarios:

  1. Muy bueno, claro que si

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  2. De lo mejor que he leído en este bloggcito. Con temor a sonar completamente malinchista diré que me parece que no eres mexicano. Las demás entradas están pa mearse. Muy pocas se salvan. Y si sí eres mexicano, ¡Felicidades! Honrosa excepción a los demás que he leído en columna 17.

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  3. ¡Ah! Y ¿Made from spain? Error. Made IN Spain.

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