PEPENANDO

PEPENANDO.

Nostálgico y enojado

Por José Canales.

¡Qué lejos estoy del suelo donde he nacido!, inmensa nostalgia invade mi pensamiento y al verme tan solo y triste cual hoja al viento, quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento… (Canción mixteca escrita en el año de 1915 por el compositor oaxaqueño José López Alavez)

El pasado martes, 15 de febrero, Integrantes de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se enfrentaron por más de siete horas con agentes de las policías federal y estatal, quienes les impidieron ingresar al zócalo de la ciudad para protestar por la visita del presidente Felipe Calderón, quien se reunió con el gobernador Gabino Cué Monteagudo en el palacio de gobierno.

Cuando leí o vi información sobre dicho suceso, siendo oaxaqueño, la nostalgia, la tristeza pero sobre todo el enojo invadieron mi cabeza. Si se tratara de buscar culpables, ¡todos lo son! Calderón, Gabino, policías federales, estatales y municipales por reprimir violentamente, ¿acaso no aprendieron del sexenio pasado?, la presencia de uniformados siempre parecerá una provocación; SNTE y APPO por buscar pleito a toda costa, la visita del presidente del país me parece un pretexto estúpido para liarse a golpes con las autoridades. La pregunta es, ¿consiguieron algo positivo los involucrados? ¡No!, al final los que pierden, siempre son los mismos, los ciudadanos que si trabajan y los niños que se quedan sin clases.

Pero el malestar que siento se debe más a las actitudes poco racionales de los maestros; se supone que ellos son los encargados de la educación y esta brilla por su ausencia cuando se manifiestan en la capital del estado. Incluso hay ciudadanos que en su momento apoyaron a los manifestantes, sin embargo comentaron, esta vez no había razón para iniciar la “lucha”, que los maestros fueron los que se acercaron a provocar.

Otros más dicen que los agravios del pasado no se olvidan y que Gabino se equivocó al invitar al “preciso”, pues todos lo repudian, y que además, lo que pasó en Oaxaca solo es el resultado de las malas decisiones del gobierno federal. Concluyen diciendo que los mexicanos tenemos que pagar un costo. Estoy de acuerdo, el pasado es difícil de olvidar, sobre todo lo que te hizo daño; sí, todos, en cierta medida, descalificamos lo que ha hecho Calderón pero… ¿eso justifica destruir la imagen de un estado tan bello como Oaxaca? No olvidemos el turismo es muy importante para este estado. Ya conocemos a nuestros gobernantes, se llamen como se llamen, les vale un cacahuate nuestro bienestar, son corruptos, rateros, mentirosos y demás.

En alguien debería caber la cordura y uno pensaría que será en los “profesionales” de la educación, ¡oh sorpresa!, no es así, qué pena!, ¿acaso les vale m@#%€ los niños?, ¿ los quieren dejar en la ignorancia para que en un futuro sean los que hagan “manifestaciones pacificas” con palos, piedras y bombas molotov?

La solución es simple. ¡Maestros!, regresen a las aulas, enseñen valores y hagan conscientes a sus alumnos de que necesitamos una nueva generación de ciudadanos críticos, pero siempre buscando el bien de todos, nunca luchando por intereses particulares. Los políticos de hoy son una vergüenza y en las escuelas es donde debemos formar a los futuros gobernantes. La educación es la base y si no pregúntele a los alemanes. Maestros, ustedes están para enseñar no para andarse golpeando con la policía.

¡Adiós y hasta la próxima pepena!

pep_pe@hotmail.com