A MÁS DE 100 AÑOS Y PARECE IGUAL
Por Alan Joan Jiménez Soto (H.U.R.T.O.)
Observando la televisión alrededor de las tres de la madrugada, de repente al cambiar de canal me encontré con un programa dedicado exclusivamente a noticias de carácter laboral, al principio llamó mi atención un tema que no es muy sabido y que pensándolo bien representa el punto crucial dentro de la propagación de lo que posteriormente se consolidaría como la revolución mexicana: Los mártires de Río Blanco.
A inicios del pasado mes se cumplió lo que sería considerado como la cuna o el génesis de los levantamientos obreros en México, la huelga de Río Blanco, ocurrida el 7 de enero de 1907, este año cumple 104 años de que obreros inconformes se levantaron en huelga contra las condiciones deplorables de las que eran víctimas: las largas jornadas laborales, los abusos de las tiendas de raya y de empeño, contando también las pobres migajas que pobremente obtenían de su sudor y esfuerzo que simplemente no alcanzaban para alimentar a sus familias.
Recordando la época en que se vivía, tal acontecimiento era intolerable por el autoritarismo que regía en el país, a cargo de Porfirio Díaz y su método de pacificación; la respuesta fue simple, tal y como había ocurrido en junio de 1906 en Cananea, la matanza. A cargo del general Rosalio Martínez, las calles de Orizaba se llenaron de sangre, así más de 800 murieron; obreros, mujeres y niños perdieron la vida en ese mismo día bajo la ráfaga de fusiles, la misma suerte sufrieron los lideres de aquel levantamiento, Rafael Moreno, Manuel Juárez y Celerino Navarro fueron asesinados frente a la fabrica a la mañana siguiente.
Este momento de la historia demuestra la impunidad de la que somos partícipes hoy en día, el gran calvario de la sociedad mexicana; y sobre todo la similitud de condiciones en la que los obreros se siguen rompiendo el lomo en los sitios de trabajo por un mísero salario mínimo al día. Si bien se ha regulado en gran medida las condiciones de trabajo que a su vez se ven plasmada en la misma constitución en el artículo 123, la mayor parte de estas condiciones son ignoradas por los patrones, en un afán de encontrar mano de obra “buena, bonita y barata”.
Muchas de las condiciones plasmadas POR LEY en el articulo 123 nos hablan de una jornada máxima de 8 horas, la prohibición laboral a menores de 14 años, condiciones óptimas y salubres en el espacio de trabajo, la igual laboral tanto en hombres como en mujeres, el derecho a formar sindicatos y huelgas, y lo más importante, el salario mínimo debe ser lo suficiente para satisfacer las necesidades normales; todas estas demandas parecen un cuento de hadas para los trabajadores de México, las jornadas tienden a ser largas en muchos trabajos, muchos menores son obligados a trabajar para aportar pan en la casa, apartándose paulatinamente de la de su educación integral y de su infancia; muchas veces los que ganan más son los hombres debido al machismo que sigue anteponiéndose en la cultura mexicana, y por el otro lado las mujeres viven acosadas y ultrajadas de sus derechos fundamentales en los trabajos, en donde su relación de trabajo pasa también a ser de un objeto sexual; así también los sindicatos y huelgas son movilizadas por pseudo-líderes y bola de ladrones que se llenan la boca de discursitos supuestamente a favor de los intereses de todos los trabajadores, con el fin de llenar sus bolsillos y mantener la “estabilidad social” con gobierno y patrones, y lo más deplorable de todo esto es que por más que sea el esfuerzo, las sobras o más bien dicho el salario, que es una grosería, como si alguien pudiera vivir con 50 pesos o menos con los precios tan elevados en los que se encuentra la canasta básica y los energéticos.
Recordando a los mártires de Río Blanco y las condiciones en las que vivieron y por las cuales murieron, percatémonos que no estamos muy lejos a parecernos a ellos aún con el paso de los años. Se ha avanzado mucho, pero indudablemente se necesita más, sobre todo el cumplimiento de las autoridades ante las demandas, derechos y necesidades de los trabajadores, para fomentar una equidad y justicia social, que ha hecho evidentemente falta por muchos años en México.
Lastima BASTANTE la vista el fondo en la fuente. TACHE ahí. Hasta flojera da leer.
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