EL ADIÓS DE UN GRANDE
POR ENRIQUE MARTíNEZ ROBLES
Como dicen por ahí, todo lo que empieza tiene un final, y lamentablemente en el futbol cada jugador tiene que culminar algún día su carrera, pero la carrera de Ronaldo Luís Nazário de Lima mejor conocido como Ronaldo, no es cualquier carrera. Yo quisiera que se retiraran de las canchas los Kikin Fonseca, los Nery Castillo, los Landin, los Omar Bravo o Arellano, los Kike Esqueda, pero lamentablemente lo bueno es lo que siempre termina con mayor rapidez.
La carrera de Ronaldo tiene más merito, porque no es fácil sobresalir como jugador brasileño, estando a la sombra de grandes antepasados cariocas, como Romario, Pelé, Garrincha, Zico, Bebeto, Yahirzinho, entre muchos otros. Ganó casi todo lo que se puede ganar como jugador, faltándole solamente el título de la Champions League; fue la gran figura de la verdeamarela que ganó el mundial de Corea-Japón 2002 y el subcampeonato de su polémico partido en la Final de Francia 98. Obtuvo además la Copa América de 1997 y 1999, así como títulos europeos con diversos clubes como PSV Eindhoven, FC Barcelona, Inter, Real Madrid y AC Milán. Formo parte del seleccionado que ganó el mundial en Estados Unidos 94, a la edad de 17 años, pero no disputó ningún partido con lo cual hubiera conseguido romper el record que tenia Pelé de jugar un Mundial a los 18 años.
Ha sido galardonado con el premio FIFA al Mejor Jugador del mundo en 1996, 1997 y 2002, la Bota de Oro en Europa en 1997, el Balón de Oro de Europa en 1997 y 2002, también obtuvo el Balón de Oro en el Mundial de Francia y en el Mundial de Corea-Japón.
Ronaldo es desde el 2006 el máximo rompe redes en la historia de la Copa Mundial De Futbol, al anotar 15 goles y el segundo goleador histórico de la selección Brasileña, después de Pelé.
Sin duda alguna es una colosal figura futbolística, cuando todos pensamos que sucumbiría en el limbo de las lesiones, cuando todos lo criticamos por su sobrepeso, sin saber que una enfermedad en la tiroides lo tenía en esa forma física, nada lo derrumbo, siguió adelante porque su corazón así se lo dictaba, porque el amor a las canchas era más grande que cualquier burla a su físico, era mas grande esa llama que cualquier lesión, y esa llama jamás se apagara, permanecerá en la memoria de todos los que amamos el futbol, y sin duda alguna el ya forma parte de los dioses del Olimpo futbolístico.
Gracias por su atención, nos leemos en otro chispazo futbolístico.
twitter@kikerra
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