ZONA D

Entre ser y no ser, yo soy

Por: Erick Zombie

Hola, bienvenidos una semana más a este espacio dedicado a la libre expresión. Para comenzar, agradeceré a todos los  que han visitado nuestro blog y más aún, agradecer a todas aquellas persona que se han tomado la molestia de leer cada columna y poner su comentario de agrado o desagrado; en mi caso, he leído cada post y aprecio de sombre manera el tiempo que han prestado.

En ocasiones es muy difícil reconocer lo que somos, más cuando la sociedad y religión  marcan estereotipos y dichos apuntan a que lo que somos no es lo ‘apropiado’. Reconocer lo que somos, para algunos, es demasiado fácil. Como diría mi madre: ‘¡Soy cabrona…y qué!’. Muchas personas tienen esa actitud desfachatada, cínica o tal vez sincera de decir lo que son o como son, pero ¿qué pasa cuando tratas de reconocer lo que eres, de defender lo que sientes y que todos digan que estás mal?

Se trata de un problema muy común en la sociedad mexicana, la homosexualidad aún está tachada como un ‘pecado capital’ o peor aún, como una práctica depravada de enfermos mentales.

En países europeos, ser una persona homosexual ya no causa sensación fatalista por las calles, cosa contraria aquí en México. Ver a un hombre con otro hombre tomados de la mano o besándose, pareciera ser una atinada catapulta de insultos, de miradas extrañas, de murmullos incómodos y en el peor de los casos, una extrema golpiza; es por eso que muchos gays o lesbianas deciden ‘quedarse en el armario’  y llevar, como muchas personas mencionan, una ‘doble vida’.

He escuchado a personas heterosexuales decir que es difícil encontrar a una persona para amar, pero creo que el reto mayor es para las personas homosexuales y no es porque no haya más de dónde escoger, sino por los retos culturales y religiosos a los que se enfrentan. Me resultó gracioso escuchar al señor Israel Jaitovich el sábado pasado en su programa decir:

                “Qué raro no, ustedes no se reproducen y cada vez son más”

A ese tipo de comentarios absurdos y peyorativos me refiero cuando digo que gays y lesbianas no se atreven a aceptar su sexualidad. Negar la inclinación sexual no es sólo por el factor sociedad, es más bien por el factor cultural; ya que nuestra sociedad está criada por el machismo y la religión católica que imponen una forma ‘correcta’ de vivir.

Negar lo que somos y sentimos es casi como matar a las personas que nos criaron y dieron la vida. Negar nuestros gustos es negarnos a nosotros mismos.

Siempre he pensado que nunca, con mis palabras y acciones, podré cambiar el rumbo de este mundo, ni podré cambiar el razonamiento de esas pequeñas mentes cerradas; en lo que sí creo es que hay que levantar la voz, defender lo que cada quién es, siente, le gusta y le parece, respetando a los demás y así también creo, que poco a poco esta sociedad entenderá un poco más y apoyará la diversidad sexual. Entre ser y no ser, yo soy.

Bueno amigos y amigas,  por el día de hoy ha sido todo. Para finalizar, les deseo un excelente resto de semana y les dejo aquí una linda frase de reflexión, espero todos la apliquemos: ‘No importa lo que la vida te hace, importa lo que tú haces con lo que la vida te hace’.

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