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Corrupción

Por Rubén López.

Está muy bien hablar de la corrupción en los países latinoamericanos. Es cierto que en muchos de estos, términos como “la mordida” o la “cultura” de solucionar todo con dinero no son comunes en todo el mundo, si, pero corrupción hay en todos los países.

En España históricamente ha habido muchos casos de corrupción, que aunque no tan sonados como “Watergate”, no han sido menos importantes. Quizá el mayor de todos sea el caso “GAL”. Éste básicamente consistió en un grupo antiterrorista, o siendo realistas, terrorista, que se encargaba de intentar asesinar miembros de ETA bajo financiación del Ministerio del Interior. Pero no es el único, el caso “Filesa” o sin ir más lejos, “la operación malaya” que salpicó hasta a la mismísima Isabel Pantoja, y que según el estudio realizado por la organización Transparencia Internacional sitúan a España en el puesto 28 de los 149 países presentes en dicho estudio.

En la actualidad, es imposible hablar de corrupción en España sin que te venga a la cabeza la palabra Gürtel. Una trama que se produjo en el seno del principal partido de la oposición, el Partido Popular, y cuya cabeza visible es Francisco Correa, un empresario cercano al partido que se encargaba de llevar a cabo la mayoría de los eventos políticos de los populares. A cambio de los contratos, Correa favorecía económicamente y con favores a los dirigentes del partido.

Entre otros a Francisco Camps, Presidente de la Comunidad Valenciana y miembro del ya mencionado partido. Cuánto han dado que hablar los famosos trajes de Camps. Me explico, a Camps se le acusa de haber recibido alguno de esos favores en forma de trajes de regalo. Es verdad, que como ha dicho Manuel Fraga, precursor de lo que hoy es el Partido Popular, “hasta que no haya sentencia, no hay delito”, como también lo es que el partido está actuando a la desesperada para reducir los daños al dirigente de la Comunidad levantina.

Se sabe perfectamente que el PP proclamará a Camps como el candidato de la comunidad a las próximas elecciones, aun conociendo su problema judicial… si, su candidato está imputado por cohecho impropio y aún así, sigue siendo candidato. ¿Acaso se presentó Nixon a las elecciones después de conocerse Watergate?..

Yo ya no sé qué pensar. Cuando la estrategia de un partido es entorpecer continuamente las resoluciones de la justicia con apelaciones y e infinitos recursos, algo raro hay. Pero esto es algo que deberá resolver la justicia y los valencianos al votarle. Eso sí, si Camps sale elegido, sin duda podrán alardear de tener un presidente “bien vestido”.