ZONA D

¡¡Heeeeeey…PUUUUTOS!!

Por: Erick Zombie

Excelente día tengan amigos y amigas, bienvenidos como cada semana a Zona D. Una vez más les agradezco por visitar este espacio dedicado a ustedes. Sigan visitándonos semanalmente en Columna17 y si les gusta, comenten y compártanos en las redes sociales.

Gordo, chaparro, moreno, flaco, pálido, alto, pelón, narizón, rubio, peludo, prieto, indio, visco, arrugado, discapacitado, flojo, feo, naco, orejón, virolo, pobre, panzón, tonto, chaco, ñango, sordo, lampiño, pecoso, cejón. ¿Quién no ha utilizado alguna de estas palabras en su vida? Ahora bien, ¿Quién las ha utilizado con maldad para ‘referirse’ a alguien?

Si bien el conjunto de esas palabras sirven como características físicas y personales para describir a todas las personas, también sirven como adjetivos calificativos peyorativos que utilizamos todos, con intención o no, y que llegan a perturbar la susceptibilidad humana. Todas esas palabras agreden la calidad de las personas.

¿Hasta dónde entra el derecho de libertad de opinión y expresión? ¿Hasta dónde llega la violación de los derechos de otros? A mi parecer, si una pareja gay o lésbica pasa por algún lugar tomados de la mano, besándose o haciendo cualquier otra expresión que no rompa las leyes inmorales sociales no merece insulto alguno pues no agrede los derechos de quienes miran ni mucho menos es una ‘falta de respeto’. En una ocasión me tocó escuchar decir a un señor que dos personas homosexuales expresándose muestras de cariño en público era una falta de respeto a él, a sus hijos y al resto de las personas que miraban ya que ‘eso’ se hacía sólo en privado.

La verdad no entendí a lo que se refirió el señor pues ni la pareja lo besaba a él, ni a su hijo, ni al resto de las personas; mucho menos agredieron física, simbólica o verbalmente a nadie. Creo que tampoco está penado por la ley besarse en público ni tomarse de la mano. Considero por demás absurdo que le hayan faltado al respeto pues él hace lo mismo con su esposa en el café, el cine, el parque y demás lugares.

Todos recibimos críticas sobre cómo nos vestimos, cómo hablamos, cómo nos peinamos, cosa que todos elegimos; pero criticar a una pareja del mismo sexo no es lo correcto pues nadie elige ser gay o lesbiana.

Gritar ‘¡¡Heeeeey…PUUUTOS!!’ cuando una pareja va tomada de la mano o pasa por una calle y detiene el paso para besarse me parece el acto más repugnante en el mundo; en primera, porque agrede la calidad de las personas, en segunda, porque la gente que lo grita denigra su valor moral y  minimiza su educación, las coloca como ignorantes y groseras, sin cultura ni respeto a lo demás. En tercera, porque nadie pide ser heterosexual ni homosexual y en última, porque todos tenemos el derecho de expresarnos libremente sin dañar los derechos de los demás, todos tenemos derecho a ser felices con lo que nos gusta y finalmente, todos hacemos lo mismo, sólo que con gustos diferentes. Si no queremos ser agredidos, no hay que agredir.

Amigos y amigas, es necesario que empecemos a cambiar nuestros valores y hábitos, no sólo aplicar los que nos convienen, sino también los que les convienen a los demás para crecer como seres humanos y después como sociedad. Recordemos las sabias palabras del gran Benito Juárez: ‘Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz’.

Gracias por estar con nosotros una vez más. Les deseo un excelente inicio de semana y un resto de día increíble. Nos estaremos leyendo la siguiente semana. Mucho éxito.

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