Por Nielsen Hernández.
El tráiler de esta película paree que ya la hemos visto. Los ejercititos aliados se unen para invadir un país, ya sea de medio oriente, Centroamérica o Indochina. La misma tónica en todas las irrupciones bélicas, ahora el turno le correspondió a Libia.
Más allá de los problemas internos que pudiera tener este país cercano al Mar Mediterráneo, que está claro que los tiene. Me sorprende bastante, la quietud de las autoridades de la ONU en tomar una postura, pues tuvieron que pasar casi tres semanas para que las Naciones Unidas voltearan sus ojos, no sólo a Libia, sino al resto de los países que están pasando por un procesos de catarsis política y social.
La letanía de las Naciones Unidas ha sido la misma y será la misma, sin embargo, el cuestionamiento parece ser recurrente ¿que se puede esperar de una organización controlada fácticamente y legalmente por los países alienados? , por las naciones bélicas, por los gobiernos que utilizan la bandera de la paz para pasárselas por el arco de triunfo. En pocas palabras, los reaccionarios en su máximo esplendor.
Lo que habría que interpretar, detenidamente, es la situación en la que quedará Libia después de la invasión, o de lo contrario, el futuro que tendrá Libia como nación, después de esta irrupción bélica, será el mismo que en Afganistán y en Iraq, que aparentemente la invasión vino a dar un giro popularizado, pero tal parecía que los iraquíes estaba, “mejor” con sus dictadores, que con los invasores.
Lo cierto es que, la comunidad mundial tendrá que hacer algo, y no permitir que los aliados, con la máscara de pacificadores, vuelvan a seudo democratizar naciones a balas y cañones, y tampoco, por supuesto, que gobernantes totalitarios como Gadafi continúen manchando a su pueblo.
El martirio Libanés parece que apenas va comenzando…. Y parece ser que va para largo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario