Pisando huevos
Por Rubén López.
Los españoles acaban de recibir una de las peores noticias que el gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero les podía dar. No es otra que la reducción de la velocidad máxima en carreteras a 110 km/h desde los 120 permitidos hasta la fecha. Esta medida forma parte del paquete de reformas que ejecutivo español trata de aprobar este viernes en el Congreso de los Diputados y que supone la fuerza de choque para combatir la crisis de petróleo que se está viviendo.
El problema es que, como por todos es sabido, a los españoles nos gusta ir rápido, y aunque no contamos con las concesiones de Francia, donde el límite es de 130 km/h o en Alemania que directamente en muchas de sus autopistas no tienen límite, los 110 km/h duelen. Qué mejor ejemplo para demostrar mis palabras que las enunciadas por Fernando Alonso quien hace referencia a que con esa velocidad, los españoles nos vamos a dormir al volante.
Aunque esto suene a broma, hay una historia detrás de esta medida que me hace, al igual que a un buen número de españoles, dudar sobre la validez o la eficacia de estas reformas. Una historia llena de intentos fallidos o desafortunados por solucionar la situación del país, medidas que llegan tarde, y un largo etcétera.
Aún así, dentro de este paquete, hay otras medidas que a sí que me parecen más provechosas, como por ejemplo la reducción del consumo en edificios públicos, así como en iluminación viaria, que supondrá un importante descenso en el consumo eléctrico del país.
Por otra parte y para terminar, me gustaría centrarme en la medida referente a la reducción del precio en el transporte público, con el objetivo de potenciar el uso de este tipo de transporte. Una reforma en mi opinión útil, pero también muy criticable. Muchas han sido las protestas sobre el alto precio que tienen los medios de transporte del Estado y nunca ha habido un indicio por intentar reducirlo, al contrario, los españoles no dejan de ver como céntimo a céntimo, cada vez es más caro. ¿Por qué ahora si se aprueba esta reducción y no cuando TODOS lo pedían?
En fin, confiaremos en la humildad del Gobierno y que sea verdad que la reducción de la velocidad es simple y llanamente para ahorrar y no para “empapelar” de multas a los conductores españoles.
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