LAS ENSEÑANZAS
DE UN PROCESO
Joel Sánchez Rodríguez
@joelsanradar
Con la sentencia emitida por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que resolvió desechar el Juicio de Revisión Constitucional SUP/JRC/276/2010, por considerar infundados los supuestos agravios expresados por la parte actora, llegó a su fin el proceso electoral Hidalgo 2010, en el que los hidalguenses participaron para elegir gobernador de la entidad y 30 diputados al Congreso del Estado, 18 por el principio de Mayoría Relativa y 12 más por el de Representación Proporcional.
Los magistrados del TRIFE votaron unánimemente en favor de desechar el juicio que fue promovido por la coalición “Hidalgo Nos Une” integrada por los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Convergencia y expusieron hasta el cansancio y de manera puntual, los argumentos que sustentaron su resolución con la que ratificaron el triunfo del candidato de “Unidos Contigo”, José Francisco Olvera Ruiz, que fue postulado por el Revolucionario Institucional, Nueva Alianza y Verde Ecologista de México y que hoy es gobernador electo.
El TRIFE tardó 234 días en resolver la impugnación de la elección a gobernador y en ese periodo fueron resueltos 73 expedientes, 43 correspondientes a Juicios de Inconformidad y de Revisión Constitucional, así como 30 procedimientos administrativos, algunos de ellos con carácter sancionador y aunque el resultado de la jornada del 3 de julio no cambió en nada, el proceso deja una gran lección para quienes participaron en él, independientemente de si ganaron o perdieron.
Al PRD, PAN, PT y Convergencia que integraron una coalición opositora, les queda la enseñanza que deja la derrota obtenida como producto de una designación amañada de su candidatura, de la pérdida de su ideología al mezclar principios de izquierda con los de derecha, de las bravuconadas de sus dirigentes y de los festejos anticipados que hacían, echando siempre las campanas al vuelo, como si desde un principio tuvieran el triunfo asegurado, algo que estuvo tan lejos, como lo son más de 40 mil votos.
Al PRI-PANAL-PVEM, que si bien ganó la elección constitucional, también les queda la enseñanza del fracaso que significó la pérdida de dos de los 18 distritos electorales, los más importantes de la entidad y que corresponden a la capital; pero igual les queda la experiencia y ojala la aprendan, de no subestimar jamás al oponente por pequeño que parezca; la candidata a gobernadora oponente, electoralmente hablando, no era nadie cuando inició el proceso y la hicieron crecer; una de las ahora diputadas electas por Pachuca, tampoco era nada ni representaba a nadie, incluso la han calificado de “fantasma que ni siquiera hizo campaña”, pero les ganó.
Pero más allá de las enseñanzas políticas, por el bien de la democracia y la limpieza de los procesos, es preciso que aprendan lo que les dijo el tribunal al resolver la impugnación; se estudiaron causales de nulidad contundentes, pero no hubo elementos para probarlos; La justicia debe pronunciarse sobre hechos probados y no bajo supuestos hipotéticos; Hubo señalamientos muy graves, como muy grave es el no haberlos documentado.
En fin, el proceso terminó, los contendientes han dejado de serlo, la controversia debe quedar atrás y ahora solo resta mirar hacia el futuro, ver hacia adelante y sumarse todos los hidalguenses a un solo proyecto que se llama Hidalgo, un Hidalgo que ya está nuevamente en periodo electoral, ahora para renovar los 84 Ayuntamientos y elegir alcaldes, síndicos y regidores, lo que debe hacerse en un marco de legalidad, de civilidad y respeto entre los partidos políticos, a cuyos candidatos y dirigentes no les quedaría mal recordar que hay que conducirse de manera tal que puedan ser humildes en la victoria y orgullosos en la derrota.
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Comentarios: joelsan@prodigy.net.mx
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