miércoles, 23 de marzo de 2011

MADE FROM SPAIN

Cuando haces ¡pop! Ya no hay stop

Por Rubén López Pérez.
La verdad es que no acostumbro a hablar tanto de deportes, pero si la semana pasada dedicaba mis palabras a criticar el oligopolio formado entre el Real Madrid y el Barcelona, el tema que hoy ocupa es una consecuencia directa de esa situación.
Se lleva hablando algunos días la amenaza por parte de la Liga de Futbol Profesional, de cancelar la jornada liguera del próximo 3 de abril. Una amenaza que se tomó a broma desde el principio, al considerarse una “pataleta” similar a la que tuvo lugar el pasado dos de enero, cuando los equipos se querían negar a jugar por estar en fechas navideñas. Finalmente se jugó y el asuntó quedó en la tinta de los periódicos deportivos que con tanto ahínco publicitaron. 
Pero lo cierto es que estamos a dos jornadas de la citada fecha y aún ni hay acuerdo, ni parece que lo vaya a haber, por lo que de seguir así, el día tres de abril será un buen día para que los aficionados al fútbol aprovechen para buscar otro quehacer, como el cine que también anda de capa caída.

La razón real del problema es la negativa del gobierno español de no acabar con la obligatoriedad del partido emitido en televisión abierta o la ley de apuestas. Unas leyes, que al igual que la ley de partidos reflejada en la constitución que solo beneficia a los dos principales partidos, en este caso, igual.

La fórmula presentada por el Real Madrid y por el Barcelona para el reparto televisivo, huele mal. Huele mal porque su característica principal es que se rige en cuanto a los éxitos deportivos, y cualquier aficionado que sepa algo de La Liga, sabe que salvo en lo referido a los dos grandes, estos éxitos escasean. Algunos equipos vieron esto, y se han plantado frente a la federación a protestar contra este abuso, y ese es el motivo del más que presumible paro.

El problema es que no todos los equipos están de acuerdo en el paro. El Villareal, junto con otros equipos de la primera división, han hablado sobre lo perjudicial que podría ser el paro para la competición y para los mismos equipos, y por eso solicita que se juegue el día tres. La división patronal entre clubes está más que clara, una característica hasta ahora inaudita.

Eso sí, para algunos, esta situación crea un cierto morbo. Y es que de haber paro, el clásico liguero entre el Real Madrid y el Barcelona, se celebraría justo después de la final de la copa del Rey que enfrenta a los dos equipos, por lo que habría “pasillo” de campeón, lo que quedaría por ver es quien lo disfruta y quien lo sufre.

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