EL GRITO DEL MUERTO

LLUEVE SOBRE MOJADO

Los embates para el gobierno mexicano no cesan en lo más mínimo, le llueve sobre mojado al presidente Felipe Calderón, sí empezó mal con la dudosa victoria electoral del 2006, las cosas a lo largo de su mandato no mejoran.

Las trabas en el congreso, la desprestigiada guerra….perdón, lucha contra el narcotráfico, la corrupción, la inestabilidad política y social en la que vive el país gracias a la violencia, los fallidos intentos ante la negociación con el gobierno estadounidense para una reforma migratoria, representan los primeros y más constantes tropiezos del gobierno calderonista.

A estas desgracias se van sumando en los últimos años, el paulatino desplome del PAN como verdadera fuerza política para las elecciones del 2012, el operativo rápido y furioso, los escándalos de los cables de wikileaks –información que fue proporcionada al gobierno de EUA por la comadre del ex canciller estadounidense en México, Carlos pascual-, agregando las declaraciones del presidente del país vecino, Barak Obama, en donde interpreta que existe una frustración de Felipe Calderón ante el tema del narcotráfico; lo que hace entrever la falta de autoridad y poder del mandatario mexicano.

Aunque destituido Pascual como canciller y “espía” –ya que cumple con las características de uno-, el daño ya está hecho, la credibilidad del gobierno mexicano decae, y su máximo referente, el presidente Calderón, no se ve con la posibilidad- por el momento- de remontar y tomar las riendas, y reorganizar las relaciones que se tiene con Estados Unidos, y principalmente con la población mexicana, su credibilidad esta por los suelos, pero no solo la de Calderón, sino la de todo el partido blanquiazul.

Las últimas jugadas realizadas por el gobierno norteamericano, han puesto en jaque la autoridad del presidente Calderón, así como la soberanía mexicana. Ante esto hay que considerar, que en parte Barak, tiene mucho que ver, ya que ha sabido aprovechar la condición y por fin ha sacado el colmillo; la declaración vertida hacia el presidente mexicano, puso en tela de juicio la capacidad de Calderón como mandatario, y posiblemente hizo ver que era necesario un “apoyo” de una fuerza mayor, con recursos y una autoridad bastante fuerte, en este caso una intervención en los casos en materia de seguridad del gobierno mexicano por parte de su homologo norteamericano.

La realidad es más que desalentadora para el presidente Calderón y el gobierno federal por todos los lados que se vea…

Y como dirían por ahí,  “pobrecito México, tan lejos de Dios, y tan cerca de los Estados Unidos”

H.U.R.T.O.

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